Nuestra peña para hacer piña
Imagínate un lugar donde…
- Compartir tus penurias y alegrías de emprendedora
- Resolver problemas de tu movida rural
- No sentirte constantemente juzgada
- Estar acompañada
- Dar a conocer tu chiringuito
- Crear colaboraciones y sinergias
- Te recomienden y puedas recomendar
- Enseñar al mundo que existes en tu pueblo y en el internet
- Resolver problemas de tu movida rural
- Poder gritar eso que te tiene hasta el mismísimo toto
- Aprender sin tapujos y en un lenguaje que entiendes
- No den por hecho que sabes de lo que no tienes por qué saber
- Tener una línea directa con profesionales fiables del mundo digital
- Beneficiarte de ventajas y descuentos
- Enterarte la primera de las nuevas movidas del internet
- Empezar o ampliar tus portales de venta digital
Pues ese lugar existe y es: El Carro de La Repera
Subirse al Carro…
Implica convertirte en titi, es decir, pasar a ser “miembra” de nuestra comunidad de emprendedoras rurales.
Llámalo comunidad, tribu, hermandad, peña… ¿O acaso en tu pueblo no hay peñas? Ya sabes, tu grupete o cuadrilla de colegas a los que te une algo mucho más fuerte que la simple fiesta popular. Esos amigos con los que tienes confianza y puedes contar al primer silbido que des. Pues eso es El Carro de Eres La Repera. Una peña digital de plena confianza en el que las demás titis te aconsejan, te ayudan y a las que tú también puedes ayudar.
En nuestro pueblo, Sacramenia, las peñas suelen tener una bodega o un sitio físico donde se juntan a merendar y compartir. En nuestro caso es un espacio digital. Internet es tan grande y nosotras parecemos tan pequeñas caminando solas, que el simple hecho de juntarnos y hacer bulto, implica que se nos vea y se nos escuche antes.
Sin embargo, el Carro no es para ti si prefieres...
- Seguir llorando a solas sin entender lo que te pasa
- Creer que lo estás haciendo todo bien, pero que son los astros los que van en tu contra
- No tener con quién compartir tus pequeños triunfos diarios
- Cagarla sin saber por qué a cada paso que das
- Permitir que los demás, que no tienen ni pajolera de lo que supone emprender, te digan todo el rato lo que tienes que hacer
- Sentirte más sola que la una
- Intentar que, por amor al arte, la gente vaya a comprarte a tu tienda online
- Pensar que lo de tener éxito con tu emprendimiento es cuestión de suerte
- Considerar que tu movida se puede vender sola
- Pagar de más, porque te sobran los euros
- Confiar en que, por obra y gracia del señor, la gente te encuentre en el océano del internet sin conocer las claves de la venta digital
- Guardarte para ti todo eso que sientes y que experimentas, aunque te mine la existencia y te vaya quitando las ganas de todo
- Seguir gastándote la pasta que no tienes en cursos que desconoces si te servirán o no
- Disimular y hacer como que conoces todos esos términos y vocablos en inglés que en verdad no habías escuchado en tu santa vida
- Continuar dando palos de ciego al contratar profesionales digitales que solo quieren sacarte los dineros
- Enterarte la última de todo
- Encabezonarte con lo de que tú solo vendes y tu pueblo y así te va bien, aunque tú y yo sabemos que las cuentas no te salen…
Las titis del Carro .
Conoce a las titis del Carro…
Aquí tienes a las titis que han decidido apostar por ser visibles en lo digital, por llegar desde su pueblo hasta donde los límites de internet les permitan, por pedir ayuda y por ayudar a otras con su experiencia. Conócelas a ellas y sus chiringuitos rurales.
Raquel
La maestra quesera
Tam
La comunicadora
Belén
La manitas de Sacramenia
