¡Hola Titis! Exacto, esa típica tarde de cañas con tus amigas en la que les cuentas tus múltiples dramas simplemente para soltar lastre y desahogarte. Nosotras las llamamos cañas de despotrique. Y fue justo ahí donde nació LA REPERA, la comunidad de las emprendedoras que elegimos crecer en lo rural.
La que escribe estas líneas es Tam y soy la “des-emprendedora”. Les conté mi drama de tener que cerrar mi empresa de organización de bodas debido a la pandemia y mi no menor drama de la forzosa vuelta al pueblo.
Belén es la “emprendedora primeriza”. Acababa de montar su empresa y según recibió su producto, decretaron el estado de alarma. Su idea de ir de pueblo en pueblo y de tienda en tienda para darse a conocer como se ha hecho toda la vida, se vino abajo. Por supuesto ese drama se sumaba al de “estoy montando mi empresa y nadie me había contado la mandanga que supone…”
Raquel es la “emprendedora experimentada”. Lleva 20 años con su empresa, pero al igual que Belén, de repente vio cómo su forma tradicional de venta se desmoronaba. Tocaba vender por internet… ¡EL DRAMA! ¿Y eso cómo se hace?
Me lo contaron a mí porque yo algo sé de internet, de redes sociales y de comunicación (en mi anterior vida hacía bodas y en la más anterior fui periodista). Belén vino con su diseño para su web a preguntarme. Pobrecita… aún recuerdo su cara cuando le dije que todo estaba mal…
“¿Y cómo tengo que hacerlo?” me decía.
Tranquila Belén, que yo te echo una mano. No es que sea una experta, pero sé algo más que ella en ese ámbito.
Belén tuvo la gran suerte de tener de vecina en el pueblo a Raquel. Ella ya está de vuelta de muchas cosas: qué permisos tengo que pedir, qué papeles debo tener, dónde puedo ir a solicitar una ayuda, qué asociaciones me convienen… Raquel la ha ayudado encantada. Siempre dice “ojalá alguien me hubiera dicho a mí hace 20 años esto o lo otro”.
Y por ahí vienen los tiros: unas podemos ayudarnos a las otras y sí, juntas somos más fuertes. Suena a típico tópico, pero es verdad verdadera.
Pensamos: ¿y si tuviéramos un grupo o algo así en el que meter a más emprendedoras del mundo rural y echarnos una mano? Y poco a poco y a base de cañas de despotrique fue surgiendo la idea de crear una comunidad virtual.
Si, a Raquel y a Belén también les echaba para atrás lo de virtual. No tienen tiempo para perder el tiempo y no saben manejar bien internet ni mucho menos las redes sociales. Pero para eso está Tam.
Lo primero que pensé es: caña a las redes sociales. Tenemos que hacer vídeos, directos, reels y todas esas moderneces. Ambas dijeron que estaba flipando. Sí, tienen redes sociales, pero NO SABEN MANEJARLAS.
Así que había que rebajar… empezar por el principio. Porque ninguna nacemos aprendida y no tenemos por qué saber hacer vídeos, ni manejar las redes sociales, ni ser unas expertas en posicionamiento web. Ni mucho menos sentirnos tontas por no saber hacerlo.
La idea de crear LA REPERA en formato pódcast viene un poco por ahí: solo hay que darle al play y escuchar. Y como, además, pasamos muchas horas del día solas, pues también nos parece una manera de estar acompañadas.
Poco a poco iremos aprendiendo a hacer todas esas cosas. Sin prisas, sin presiones, sin expresiones que no conocemos, sin dar por hecho que sabes de lo que hablamos y sin juzgarnos, que para eso ya está el resto del pueblo. Si eres emprendedora rural, sabes de lo que te hablamos…
Hoy te presentamos nuestro pódcast piloto en el que te explicamos un poco más de qué va esto y cómo queremos hacerlo. Si aún no lo has escuchado, dale al play y luego nos cuentas. Que LA REPERA no solo somos nosotras tres, LA REPERA SOMOS TODAS. Así que, si además quieres participar y formar parte de nuestra comunidad, tú comunidad, al final de esta página puedes suscribirte para no perderte nada.
Chao titis.
¡Nos vemos escuchamos!